The 5 Best Things to Do and See in Fez

THE 5 BEST THINGS TO SEE AND DO IN FEZ

When you walk into the door of Bab Boujeloud, you are transported 1,000 years back in time. Bustling cafés and local markets quickly give way to quiet narrow streets where children play and donkeys carry supplies up and down the twisting and mud brick corridors of the ancient medina.

As you walk through the medina, you are literally walking through 1,300 years of Moroccan heritage that has only recently been touched by some travelers. Even with them, the magic of Fez will capture you. Ancients mosques and medersas and other architectural gems and experiences are dotted through this labyrinthine city. Here you have the 5 best things to do in Fez:

Sleep in a Riad

Riads are quiet, beautiful and peaceful jewels in the middle of the bustle of the ancient medina. I love the ones where the decor is simply divine and they know how to combine traditional craftsmanship and the kind of luxuries European travellers demand, you’ll feel at a little corner of paradise.

Visit the tanneries

Next to the tanneries you’ll see many shops that will invite you to see the tanneries, don’t be afraid and just come in. It’s important to grab a sprig of mint when you enter (specially in summer) and once you’ve made your way through the leather shop go to the balcony to view the tanneries, the sight and smell is quite unlike anything you could imagine. This is the most iconic place in Fez, and the oldest tannery in the world, where they still operate like they did in medieval times. If you like to haggle, you’re in the best place to get a leather piece. If not, you have to do it anyway, and who would want to leave Fez without a souvenir or two anyway - there are some beautiful, handmade bargains to be had.

Explore (and get lost) in the medina

Fez’s medina is spectacular. It was founded in the 9th Century and remains the largest non-vehicular area in the world, an untouched medieval city. A delicious labyrinth where you will literally be carried along on a wave of local activity, donkeys carrying fruits and veggies, men responding to the call to prayer, children running home through the streets of the medina at lunch time, women on the way to the local oven to bake the bread, the smell of perfumes and spices… get lost and enjoy with all your senses. Don’t miss Al-Attarine Madrasa and Medersa Bou Inania, they are true gems.

See the city from Merenid tombs

Although not intact, and most of the decorations and engravings have faded throughout the years, you can still see the authenticity of the architecture. The climb up the hill is definitely worth the view over the 1200 year old medina, especially during sunset.

Cocktails at Palais Amani

The Palais Amani is a beautiful riad within the walls of the medina and behind its huge wooden doors is an oasis of calm, much needed after a few hours in the intense hustle and bustle of Fez’s tiny streets. This private palace is a welcome retreat where birds sing, fountains trickle and trees burst with lemons.

Spend an evening sipping cocktails and snacking on olives while the pink sun sets across the seemingly endless flat rooftops of the city, the peace only punctuated with the calls to prayer from the many surrounding mosques, whose towers light up as night falls. It’s a magical experience.

Atravesar la puerta de Bab Boujeloud es como viajar en el tiempo 1000 años atrás. Cafés decadentes, mercados de fruta y verdura pronto dan paso a las estrellas callejuelas de la medina donde los niños todavía juegan en la calle y los carros recorren las calles con alfombras, fruta de temporada, pan recién hecho o huevos frescos.

Caminar en la medina es experimentar más de 1300 años de historia que la ciudad todavía conserva intacta. A pesar de la llegada de algunos viajeros el encanto de Fez te capturará. Aquí tienes las 5 mejores cosas que hacer y ver en Fez pero sin duda el mejor consejo es perderse en la medina y disfrutar de las joyas arquitectónicas y experiencias que encontrarás a tu paso:

Duerme en un Riad

Los Riads son joyitas donde descansar del bullicio de la medina. Me encanta los que cuidan la decoración para hacerla exquisita y los que saben combinar el estilo tradicional marroquí con las comodidades que el viajero necesita. Te sentirás en un verdadero oasis.

Visita a los curtidores

Cerca de los curtidores encontrarás varias tiendas que te invitarán a pasar para ver trabajar a los curtidores de Fez, no tengas miedo y simplemente entra. No olvides coger una ramita de menta contigo y es que el olor será fuerte, especialmente en verano. Una vez en la tienda, pasa hasta a la terraza y desde allí podrás ver las famosas pozas de los curtidores de Fez. Es un espectáculo increíble y es que conservan la misma técnica que la empleada en la Edad Media. Además si te gusta regatear estás en el lugar ideal para llevarte una pieza de cuero como recuerdo de tu viaje. Recuerda que el precio lo has de dividir aproximadamente para 3.

Pasea (y piérdete) en la medina

La medina de Fez es espectacular. Fundada en el siglo 9 todavía hoy sigue intacta conservando todo su encanto medieval. Un laberinto delicioso de callejuelas que literalmente te arrastraran a sentir la vida. Carros recorriendo las calles con fruta fresca, hombres de camino a la mezquita durante la llamada a la oración, niños corriendo a casa a la hora de comer, mujeres llevando sus masas de pan al horno local para ser horneadas, la fragancia de perfumes y especias… una delicia para disfrutar con todos los sentidos. No te pierdas la Al-Attarine Madrasa y la Medersa Bou Inania, son joyas arquitectónicas.

Vista desde las tumbas Medenid

Aunque no se conservan intactas, todavía podrás apreciar algunos de los grabados y decoraciones de las tumbas. Pero lo que es más impresionante de este lugar son las vistas que podrás ver de la vieja medina de Fez, especialmente durante la puesta de sol.

Cocktails en Palais Amani

Palais Amani es un precioso Riad más allá de los muros de la medina, detrás de la gigante puerta de madera se esconde un oasis de paz y tranquilidad después de un día recorriendo la agitada vida de la ciudad antigua. Este palacio antiguo es un refugio bellísimo donde los pajaros cantan, las fuentes emanan agua y el perfume a flor de naranjo lo inunda todo.

Es el lugar ideal para pasar una tarde tomando un cocktail y unas aceitunas marroquís contemplando los tejados infinitos de la medina, la paz sólo se romperá con la llamada a la oración de las mezquitas de alrededor, el sonido lo envolverá todo, mientras cae la noche y los minaretes comienzan a iluminar el cielo de la medina. Es totalmente mágico.